Horóscopo de Noviembre

Aries (del 22 de marzo al 20 de abril)

Soplarán vientos de tormenta hasta el 10, debido a la hostigación de varios planetas, los cuales serán la causa de tropiezos y contratiempos tanto en el área profesional como afectiva. Del 10 en adelante, los Influjos de Marte harán florecer su magnetismo y ese Irresistible encanto personal que poseen, recursos que deberán dosificar para evitar que actúen como arma de doble filo.

Tauro (del 21 de abril al 21 de mayo)

Esta etapa será muy movida a causa de las oposiciones astrales, las cuales crearán un ambiente familiar explosivo. Traten de distraerse, ya sea mirando vidrieras o realizando su pasatiempo favorito. Es Indispensable dedicar unos minutos por día a la práctica de ejercicios de relajación o animarse a incursionar en la jardinería o en la horticultura; de esa forma conseguirán armonizarse interiormente y superarán con facilidad cualquier problema que se les presente.

Geminis (del 22 de mayo al 21 de junio)

Diez puntos para el amor hasta el día 9, gracias a la bendición de Venus y Júpiter. Excelente momento para los matrimonios recientes, ya que encontrarán paz y estabilidad emocional. Si planean comenzar a convivir con su pareja, no lo piensen más: decídanse mientras tengan el respaldo astral antes mencionado. Las geminlanas que estén sin pareja, pónganse contentas, ya que romperán corazones a su paso poniendo de manifiesto su naturaleza libre, ágil y dinámica cuando de amor se trata.

Cáncer (del 22 de junio al 23 de julio)

La buena posición de Mercurio les ayudará a obtener mejores Ingresos monetarios. Gracias a su excelente percepción podrían obtener ganancias a través de los juegos de azar, lotería o especulaciones. En los días 4,5,6,9,10,13 y 14, sus chances de ganar se verán incrementadas: la suerte les sonríe... ¡no la desperdicien! El 11, Júpiter ingresará a un signo afin a Cáncer y, junto a Venus, aumentará en ustedes la fertilidad y la probabilidad de un embarazo. En el amor en general todo se deslizará suave y plácidamente.

Leo (del 24 de julio al 23 de agosto)

Hasta el 9 contarán con la protección conjunta de Venus y Júpiter; sin embargo deberán preservarse de la hostilidad de Marte, que las inclinará hacia las reacciones autoritarias y los Impulsos excesivos; este planeta también les conferirá una notable energía a sus sentimientos, de modo que dependerá de ustedes aprovechar estas características positivas y evitar los dictados adversos. La consigna en este período es clara, ¡serénense a cualquier precio! Si lo logran, se sentirán mucho mejor física y emoclonalmente.

Virgo (del 24 de agosto al 23 de septiembre)

Pónganse contentas: el 11, Júpiter comenzará a protegerlas y estimularlas. Estos buenos Influjos se harán sentir en un considerable aumento de la energía y en la tendencia a estar más extrovertidas y con ganas de hacer nuevas cosas. Resurgirán los deseos de activar proyectos archivados durante largo tiempo, como por ejemplo retomar una carrera, volver a practicar un deporte, o reiniciar una dieta o un tratamiento de belleza.

Libra (del 24 de septiembre al 23 de octubre)

Los astros se encargarán de exaltar sus cualidades de encanto, capacidad de pacificación de los problemas de quienes se hallan a su alrededor y su talento expresivo y artístico. El amor, que tanto lugar suele ocupar en la vida de las llbrlanas, tomará importancia y se hará notar en situaciones tales como encuentros sociales o reuniones con compañeros de estudios. Para aquellas que hayan tenido algún desencuentro con su pareja o con familiares, este es el momento ideal para una reconciliación.

Escorpio (del 24 de octubre al 22 de noviembre)

La buena posición de Mercurio les permitirá que su mente sagaz y profunda se encuentre en plenitud. Sabrán combinar la reflexión con la intuición, y actuar en consecuencia. También en el terreno amoroso estarán de parabienes. El día 11 Júpiter Ingresará a Escorpio abriendo una etapa muy positiva, en la que podrán dar rienda suelta a todos sus proyectos. Atención las nacidas entre el 11 y el 16: el 13 se efectuará un eclipse parcial de Sol en Escorpio; por tal motivo, tengan más precaución y prudencia en sus actos.

Sagitario (del 23 de noviembre al 22 de diciembre)

En este período podrán cristalizar los más locos y aventurados sueños; alcanzarán sus metas profesionales y conseguirán extraer lo mejor del amor; pero tendrán que luchar por lo que quieren, y den por seguro que sus esfuerzos estarán coronados por el éxito. Transformarán en realidad sus deseos afectivos a través de su espontaneidad. Es un excelente momento para cambiar de look si no se sienten lo suficientemente atractivas, los mejores días para buscar ese cambio de imagen: 7 y 8.

Capricornio (del 23 de diciembre al 20 de enero)

Hasta el 10 se toparán con Inconvenientes o desencuentros de todo tipo, pero si hacen gala de su capacidad de superar contratiempos y sinsabores, a partir del 11 el ingreso de Júpiter a un signo afín al de ustedes, les permitirá ver cómo se abren frente a sus ojos las oportunidades que esperaban desde hace bastante tiempo. Tanto en el terreno profesional como en el área sentimental, el tema es no dejar pasar el momento. Avancen, luchen, ténganse confianza y concretarán sus aspiraciones.

Acuario (del 21 de enero al 19 de febrero)

Se verá intensificada la tendencia a analizar siempre las situaciones en que se encuentran y a las personas que las rodean. Esta actitud podría causarles algún dolor de cabeza, si se tornan demasiado exigentes o agresivas; traten de controlarse y no digan lo primero que les viene a la mente. Durante los primeros días de este período, Venus actuará como un ángel guardián, suavizando asperezas y dándoles la oportunidad de superar viejos rencores que existían en su pareja; pero a partir del 11 se terminarán las posibilidades de arreglo.

Piscis (del 20 de febrero al 21 de marzo)

Durante este período todo marchará sobre ruedas. En el plano emocional, lo que involucre la relación con el sexo opuesto ocupará el mayor espacio. La sexualidad alcanzará su mayor apogeo en los días 13 y 14. Mezclarán sabiamente pasión con romanticismo. Además, el panorama será halagüeño en el hogar y en la vida doméstica, y también es un estupendo momento para los estudios o las actividades intelectuales.

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Las runas

El de las rimas es, quizás, el más antiguo y misterioso sistema de magia y adivinación. Por siglos el alfabeto nórdico guardó) secretos indescifrables que sólo fueron descubiertos cuando los arqueólogos descubrieron el tesoro que se hallaba oculto detrás de los veinticuatro símbolos y pusieron manos a la obra para entender no sólo la escritura de estos pueblos, sino también el significado religioso y esotérico de las figuras rúnicas.

La característica principal de las runas, y lo que las distingue de otros siste¬mas mágicos, es que su sabidu¬ría abarca tanto las cuestiones filosóficas y metafísicas que preocupan a los seres humanos como también su cotidianidad. Los pueblos nórdicos eran en su mayoría navegantes y con¬quistadores. Su vida era muy dura, siempre expuestos a los vaivenes de la naturaleza y a posibles invasiones.

De hecho, sus interrogantes eran muy concretos y los maestros de las runas debían saber responder a ellos: ¿Podrá la embarcación cruzar las aguas a salvo? ¿Deberíamos atacar o utilizar la estrategia de la espera? ¿Será buena la cosecha o se arruinará con el granizo? Las runas de la guerra, de los encantamientos contra enemigos, del hielo, de la victoria, respondían a sus inquietudes y les revelaban cuál era la poción mágica adecuada para resolver cada situación.

Por otra parte, analizando su mitología, concepción del Universo y divinidades, podemos ver que la búsqueda de la verdad espiritual también ocupaba para estos pueblos un lugar importante. Así aparecen las runas que representan a Dios, al mal, a la Energía Creativa del Sol y al Espíritu de los seres humanos.

El hombre en sí mismo es la pieza fundamental en esta simbología, al igual que sus emociones: el amor, la pasión, la alegría, la valentía, la violencia. Todo está contemplado y representado por el símbolo correspondiente.

En el sistema rúnico no se ha olvidado ningún integrante del universo. Hombre - Dios - Naturaleza parece ser la trilogía a partir de la cual todo se interrelaciona. Los seres humanos no son unidades aisladas sino, por el contrario, una pieza de importancia que participa de la Creación al mismo nivel de todos los elementos que la componen. Tienen trato con la naturaleza y con los dioses, y hacen con ellos alianzas y rupturas que pueden conducirles a la gloria o a la muerte.

A pesar de no haber tenido la suficiente difusión, el conocimiento encerrado en las runas continuó vigente hasta tiempos recientes. Los conjuros rúnicos, llamados galdar, se utilizan en magia, especialmente en la zona de Escandinavia, donde la penetración cultural de la Iglesia Católica no fue tan importante como en el resto de Europa.

La magia de las runas se emplea con diversos propósitos. Desde el amor hasta la guerra, desde el desarrollo del potencial psíquico hasta la obtención de dinero. Las runas sirven para meditar y para concretar proyectos.

Constituyen una vía de acceso a los sueños, de cualquier índole que éstos sean. El desafío para quien busca conocer sus secretos es ser creativo y entregarse con fe y respeto a una de las tradiciones más antiguas y poderosas de la historia mágica de la humanidad.

Las runas, el alfabeto mágico

Las runas son el alfabeto primitivo de los pueblos germánicos. Conocidas originalmente como el futharc (las primeras letras del alfabeto), su uso se extendió hacia el norte y hacia el oeste, llegando a imponerse entre los pueblos de la península escandinava y los sajones.

Se dice que las runas llegaron a los hombres de la mano del dios Odín, quien tenía el poder de adivinar el futuro, volar por los aires y cambiar de forma a voluntad.

Su culto fue muy poderoso en Noruega, Suecia y Dinamarca, y llegó a muchas tierras difundido por los piratas vikingos. El arte de la magia rúnica era practicado asiduamente por los seguidores de Odín, entre quienes se contaban magos, adivinos y hechiceros. La palabra "runa" deriva de "ruñar", que significa "señal mágica", y del antiguo germano "runa", que quiere decir "susurrar", o "secreto".

Es decir que las runas son secretos susurrados, ocultos, esotéricos. Por eso se las llama "el alfabeto mágico". A pesar de que los estudiosos no han logrado ponerse de acuerdo acerca del momento exacto de aparición de los caracteres rúnicos en Europa, tenemos conocimiento de su his¬toria y su uso a través de descubrimientos arqueológicos.

La mayoría de los científicos coincide en que las runas se desarrollaron a partir de imágenes grabadas en las piedras, perroglifos conocidos con el nombre de Hallristingnor. Son grabados hechos por artistas del Neolítico y de la Edad del Bronce pertenecientes a las tribus germánicas, quienes se instalaron en el norte de Italia y en los países que hoy son conocidos como Austria y Alemania. En los trazos de estas piedras puede reconocerse la cruz esvástica y otras figuras angulares que, con el tiempo, fueron tomando la forma definitiva de las runas.

El rasgo principal de los signos rúnicos es que los trazos son lineales y angulares. Esta particularidad de los caracteres probablemente responda a que en un principio se tallaban en madera dura con instrumentos cortantes, lo que hada imposible los dibujos curvos. Una oración rúnica podía estar escrita indistintamente de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. En un comienzo, las palabras estaban separadas unas de otras por puntos. A veces las runas se grababan sobre metal, o sobre cuero, y luego se coloreaban con un pigmento rojo.

Más allá de estas características obtenidas en base a la experiencia y el análisis, la principal fuente de conocimiento acerca de los usos mágicos de las runas fueron los poemas o sagas nórdicas, donde se cuenta en detalle los atributos y anécdotas referidas a los símbolos de poder.

Se han encontrado numerosos objetos grabados con runas en diferentes excavaciones arqueológicas. Uno de esos objetos es un arma de hierro rescaada en la isla de Wight que lleva inscriptas las siguientes palabras: Que la desgracia caiga sobre las armas del enemigo.

El nombre del arma, también en signos rúnicos, decía: Incrementa el dolor.

Sin duda, el artículo más importante que se ha hallado es una espada de más de medio metro de largo, que lleva inscripto el alfabeto completo y el nombre de su dueño. Fue una pieza clave para que los estudiosos pudieran descifrar el significado de cada símbolo rúnico.

Correspondencia entre el alfabeto rúnico y el latino- Conocer estas correspondencias es muy importante, en especial para poder escribir el propio nombre con runas y, más tarde, para confeccionar talismanes.

Feoh = F

Ur = U

Thor = TH

Os=A

Rad = R

Ken = K

Gyfu = G

Wyn = W

Haegl = H

Nyd = N

Is = I

Ger = J

Eoh = El

Peord = P

Eohl = Z

Sigel = S

Tyr = T

Beorc = B

Eh = E

Mannaz = M

Lagu = L

Ing = NG

Daeg = D

Ethel = O

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Las sirenas

El cuento de Hans Christian Andersen ha inmortalizado a la Sirenita, cuya efigie, sobre una roca del puerto de Copenhague, contempla tristemente el mar al que nunca más volverá. Se supone que el mito de la sirena, mitad mujer mitad pez, pudo nacer de la manera siguiente: Ignorando la existencia de manatíes y dugongos, y descubriéndolos cerca de las orillas de mares lejanos, los primeros exploradores debieron de creer de inmediato que se encontraban ante criaturas fantásticas con figura humana y cuerpo de bestia...

La imagen de la doncella de cabellos trenzados con perlas, mejillas de nácar y ojos verde mar, se sobrepuso naturalmente a la descripción para colmar el insoportable vacío afectivo, la necesidad de ternura y de poesía de aquellos hombres.

La leyenda de las sirenas

Narraciones de encuentros con sirenas aparecen en los informes de numerosos navegantes. En su diario de a bordo, Cristóbal Colón relata haber divisado tres en 1493, en un estero de la costa de La Española. «Su belleza está muy lejos de ser como la describe Horacio», comenta, evidentemente decepcionado.

En las costas del este de Africa y de la isla de Sri Lanka, los navegantes portugueses de los siglos XV y XVI encontraron dugongos, parientes de los manatíes, y clasificados como ellos en el orden de los sirenios. Pronto difundieron historias sobre la existencia de hombrestritones, de frailes marinos y de sirenas.

En 1560, liadas. Cuando amamantan a sus crías, las aprietan entre sus largos brazos termi¬nados en cinco dedos. Esta actitud evoca la imagen de la mujer que acuna al niño en brazos... En lo que se refiere a su canto, es cierto que los manatíes dan a veces, gritos prolongados...

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Espíritus y exorcismos

Los «endemoniados» son casi siempre gentes de personalidad inestable. ¿Dónde acaban el trastornó emocional o el fraude, y dónde empieza la posesión? ¿Es realmente un fenómeno inexplicado?

ANTIGUAMENTE, CUALQUIER fenómeno paranormal recibía un tratamiento religioso. Entre los casos más célebres figura el deplorable episodio de «los demonios de Loudun» (1631), a raíz del cual el sacerdote Urbain Grandier murió en la hoguera, víctima de los manejos políticos y de las acusaciones de un convento de ursulinas en estado de posesión.

Más famoso aún, si cabe, fue el largo proceso de las brujas de Salem. Este caso es célebre por haber sido una de las escasas cazas de brujas que tuvieron lugar en Norteamérica, donde estas persecuciones no fueron, ni mucho menos, tan frecuentes ni sangrientas como en el Viejo Mundo.

Pero aparte de la popularidad que les haya proporcionado el teatro, las «posesas» de Salem tienen su lugar en la historia.
Estos dos ejemplos tienen, curiosamente, algo importante en común: ambos, una vez aclarados a la luz de la historia, resultaron ser una combinación de fraude deliberado y de histeria.

Actualmente, sin embargo, no resulta verosímil que se puedan producir casos como estos, ya que el procedimiento de las posibles posesiones es muy distinto. Desde el punto de vista estrictamente psicológico, los fenómenos de posesión se inscriben en el contexto de ciertos trastornos denominados «de escisión», que permiten la aparición de sistemas autónomos que logran suplantar la síntesis habitual de la personalidad: algo así como una grieta por la que asoma el magma de una región poderosa e insospechada.

Desde la aportación que el doctor Jean Mar¬tin Charcot (1825-1893), fundador de la neuropatología moderna, hizo al estudio de este tipo de fenómenos, éstos se han venido enmarcando en el cuadro de la histeria; pero ello no impide que algunos casos desborden todos los esfuerzos de la medicina. El acompañamiento de fenómenos parapsicológicos ha contribuido a reforzar el aspecto sobrenatural del asunto, por lo que muchos médicos, impotentes ante estos hechos, no dudan en remitirlos a las autoridades religiosas para someterlos a exorcismo.

Los espíritus y las practicas de exorcismos

El problema de decidir sobre la naturaleza de un fenómeno de posesión no es nuevo, como evidencia el testimonio del polígrafo benedictino fray Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), quien en su obra Teatro crítico universal dedicó uno de sus discursos a los «Demoníacos, endemoniados o energúmenos».

Señala allí que muchos de ellos son fingidos, pero que no por ello deja de haberlos verdaderos (refiere, entre otros, el caso de una energúmena que fue exorcizada en el convento de Nuestra Señora de Valvanera, no lejos de Nájera, Logroño).

Por otro lado, en cambio, se permite dudar de la buena fe o de la sagacidad de los exorcistas que dan por sobrenaturales fenómenos de embaucamiento. En este sentido, se refiere a cierta posesa de Oviedo que, al parecer, hablaba latín sin saberlo, que sabía lo que ocurría en cualquier momento y lugar del mundo, y que saltaba como si tal cosa sobre la copa del árbol más alto.

El exorcista creía plenamente en estos prodigios, pero Feijoo no dio su brazo a torcer; sólo veía en ella a una embustera. La hizo conducir a su presencia y le indicó que poseía conjuros más eficaces que los usados por otros sacerdotes. Le dirigió versos de Virgiho, Ovidio y otros poetas «articulados con gesto ponderativo y voz vehemente para que hiciesen más fuerte impresión, como en efecto la hicieron».

Además, le aplicó una simple llave envuelta en papel diciendo que era una reliquia. Todo ello provocaba en la presunta endemoniada estremecimientos y convulsiones. Así descubrió que se trataba de un fraude.

Sin embargo, Feijoo, al tratar de las excepcionales fuerzas que asisten al poseso, se ex¬presaba así: «Esto de volar de la calle al techo o del pavimento a la altura de la bóveda o colocarse sobre las cúpulas de los árboles, pisar sobre las espigas de las mieses sin doblar las cañas, se dice de muchos energúmenos cuando se da noticia de ellos en tierras distantes. Yo nada de estas cosas pude ver hasta ahora. El que lo viere no ponga en duda en que lo hace agente preternatural.»

La actitud de este erudito benedictino del siglo xvm, ajena a una supersticiosa aceptación demonológica, le acerca considerablemente a la visión actual del problema. Hoy en día, este tipo de fenómenos no parece hallarse en regresión.

En cambio, la práctica del exorcismo propiamente dicho sí parece abocada a la desapa-rición a medio o largo plazo, paralelamente a la disminución de la fe religiosa que se aprecia en la sociedad. Sin embargo, resulta difícil de creer que el título de «exorcista» —a pesar de sus siniestras resonancias— pueda desaparecer por completo: antes bien pasará a aplicarse, como sucede ya actualmente, a personas que, como ciertos parapsicólogos y otros expertos, demuestran obtener cada vez mejores resultados en su trato con lo paranormal.

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