La mente humana posee medios de comprensión que están más allá del alcance de los cinco sentidos: la percepción extrasensorial es un hecho... envuelto todavía en el misterio.
STANLEY KRiPPNER, de catorce años, quería una enciclopedia a toda costa. Sus padres se habían negado a comprársela; cultivaban manzanas, y una mala cosecha los había dejado en una situación económica precaria. Stanley se fue a su cuarto a llorar. Al cabo de un rato empezó a pensar en formas de obtener el dinero y recordó à su rico tío Max. ¿Cómo podría hacer para convencerlo?
De pronto, el adolescente se sentó en la cama, mientras un horrible pensamiento inundaba su mente: «Tío Max no puede ayudarme; ha muerto.» Muchos años después Krippner en la actualidad uno de los más destacados investigadores norteamericanos— recordaba: «En ese momento, el teléfono sonó. Mi madre lo atendió y comenzó a sollozar, cuando mi primo le dijo que Max había enfermado inesperadamente, lo habían llevado al hospital y había muerto.»
La búsqueda del sexto sentido humano
La historia de Stanley Krippner no es un ca¬so aislado: miles de personas han tenido experiencias similares. Durante los últimos 50 años, los investigadores han empleado el término percepción extrasensorial (abreviado pes, de la expresión inglesa extra-sensory perception, ESp) para describir el fenómeno, y en todo el mundo se han realizado cientos de experimen¬tos para intentar confirmar científicamente su existencia e incluso determinar cuál es su funcionamiento.
Consideremos la experiencia de Krippner, por ejemplo. Existen tres explicaciones del hecho, que corresponden a otras tantas formas «psíquicas», clasif¡cables como tipos de fes: Telepatía. Es posible que la mente del adoles¬cente «sintonizase» con la de su primo y leyera sus pensamientos mientras estaba a punto de llamar para comunicar la mala noticia. Clarividencia. Es igualmente posible que el joven Krippner tuviera conciencia de la muerte de su tío, sintiendo el acontecimiento sin que se estableciera ninguna comunicación entre mentes.
Precognición. También existe la posibilidad de que su conocimiento no proviniera del pasado ni del presente, sino del futuro. De algún modo saltó hacia adelante en el tiempo y supo lo que su madre sabría gracias a la llamada telefónica.
Existe una cuarta posibilidad: el tío muerto puede haberse comunicado con su sobrino. Si ese fuera el caso, Krippner hubiese necesitado poderes extrasensoriales de alguna clase para registrar la presencia del muerto. Ese tipo de comunicación se denomina usualmente mediúmnica, y el tipo de investigación científica que se ocupa de la pes no tiene jurisdicción sobre ella.
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