lunes, 13 de julio de 2009

El sexto sentido humano

La mente humana posee medios de comprensión que están más allá del alcance de los cinco sentidos: la percepción extrasensorial es un hecho... envuelto todavía en el misterio.


STANLEY KRiPPNER, de catorce años, quería una enciclopedia a toda costa. Sus padres se habían negado a comprársela; cultivaban manzanas, y una mala cosecha los había dejado en una situación económica precaria. Stanley se fue a su cuarto a llorar. Al cabo de un rato empezó a pensar en formas de obtener el dinero y recordó à su rico tío Max. ¿Cómo podría hacer para convencerlo?


De pronto, el adolescente se sentó en la cama, mientras un horrible pensamiento inundaba su mente: «Tío Max no puede ayudarme; ha muerto.» Muchos años después Krippner en la actualidad uno de los más destacados investigadores norteamericanos— recordaba: «En ese momento, el teléfono sonó. Mi madre lo atendió y comenzó a sollozar, cuando mi primo le dijo que Max había enfermado inesperadamente, lo habían llevado al hospital y había muerto.»



La búsqueda del sexto sentido humano



La historia de Stanley Krippner no es un ca¬so aislado: miles de personas han tenido experiencias similares. Durante los últimos 50 años, los investigadores han empleado el término percepción extrasensorial (abreviado pes, de la expresión inglesa extra-sensory perception, ESp) para describir el fenómeno, y en todo el mundo se han realizado cientos de experimen¬tos para intentar confirmar científicamente su existencia e incluso determinar cuál es su funcionamiento.



Consideremos la experiencia de Krippner, por ejemplo. Existen tres explicaciones del hecho, que corresponden a otras tantas formas «psíquicas», clasif¡cables como tipos de fes: Telepatía. Es posible que la mente del adoles¬cente «sintonizase» con la de su primo y leyera sus pensamientos mientras estaba a punto de llamar para comunicar la mala noticia. Clarividencia. Es igualmente posible que el joven Krippner tuviera conciencia de la muerte de su tío, sintiendo el acontecimiento sin que se estableciera ninguna comunicación entre mentes.



Precognición. También existe la posibilidad de que su conocimiento no proviniera del pasado ni del presente, sino del futuro. De algún modo saltó hacia adelante en el tiempo y supo lo que su madre sabría gracias a la llamada telefónica.



Existe una cuarta posibilidad: el tío muerto puede haberse comunicado con su sobrino. Si ese fuera el caso, Krippner hubiese necesitado poderes extrasensoriales de alguna clase para registrar la presencia del muerto. Ese tipo de comunicación se denomina usualmente mediúmnica, y el tipo de investigación científica que se ocupa de la pes no tiene jurisdicción sobre ella.

Continuar leyendo...

domingo, 12 de julio de 2009

Atlantida

Atlántida: continente edénico de misterios, ciencia suprema y sabiduría. De Dioses, médicas sacerdotisas, grandes científicos y de reinas conservadoras del saber oculto que da poder absoluto. Sus habitantes, dedicados sólo al bien, se guiaban con amplia moral, instituyendo leyes, las cuales respetaban. Todos vivían en paz y felicidad. Estaban divididos en cinco castas: Científica, Guerrera, Psíquicamística, Terapeuta y Civil. Estos últimos se dedicaban al comercio ya a las artes.



Las familias monárquicas abarcaban todos los géneros. Así, en pocos años se convirtieron en una raza suprema. Su sabiduría y su tecnología estaban muy por encima de las otras naciones. No había enfermedades malignas entre los atlantes. Sus conocimientos eran mucho más avanzados que los actuales, tanto en lo físico como en lo espiritual.

Había diez reyes principales y diez reyes menores. Gobernaban con equidad, bondad y comprensión. Cada uno en su tarea, sin invadir los límites del otro. Contaban con deslizadores magnéticos llamados vailixis y sus correspondientes sharytrartasth (naves nodrizas).



Atlantida, el continente oculto



Estos eran vehículos aéreos que desafiaban la ley de gravedad. Podían permanecer en un punto suspendido, en el espacio y casi sin transición, partir a velocidades prodigiosas. (En tanto, en el país hindú -llamado merkhét, tierra de esporas-, que intentaba igualarles en tecnologías, sus embarcaciones aéreas se denominaban vymanas).

La kalikhá, máquina de ciencia, una computadora central que se hallaba en el establecimiento principal de estudios científicos "laboratorizados": podía hacer de todo y obedecía a la voz humana. También confeccionaron radares, mapas terrestres y estelares con gran precisión. En una sola máquina se le colocaban diversos aparatos para múltiples tareas o investigaciones. Podían reproducir los pensamientos (en imágenes) a través de una pantalla de cristal cóncavo.



Sólo unos pocos libros eran manuscritos y las personas a escribir en conjunto eran de acuerdo a la cantidad de reproducciones a realizar, debido a la escritura del idioma. Nunca se interesaron por inventar una copiadora porque, según ellos, la ciencia iba más allá que un simple libro, del cual solamente algunos favorecidos podían tener acceso. Aunque sí poseían una inmensa biblioteca en cada palacio, con todos sus descubrimientos y enseñanzas de medici¬nas, disciplinas artísticas, culturales y otras, los cuales podían ser leídos también por los pueblerinos.



El calendario marcaba la historia. Dejaron atrás siglos de aprendizaje para declarar el año uno, la era del Progreso Científico y de los viajes interestelares a través de sus vailixis. Mil años de investigación quedaron el olvido para comenzar la nueva era progresista. La era en que "todo iba a ser mejor".

La enfermedades se iban erradicando paulatinamente, en todo el mundo. Faltaban una pocas para lograr combatir las más severas y mortales. Finalmente, lo habían logrado. Ningún atlante padecía afecciones.

Entre tanto, en el resto del mundo, crecía la ambición de poder, anhelando al¬gunos quedarse con el sagrado continente, famoso por sus riquezas naturales y por ser el epicentro espiritual del mundo; poblado sólo por familias cansadas del salvajismo de otros países que, por dedicarse sólo al bien, se habían convertido en una raza suprema, conservando su sabiduría, muy por encima de las otras naciones, y la enseñaban a quien se interesara por aprenderla.



El contacto con los extranjeros aumentó por su gran comercio. Sus enseñanzas eran impartidas con gran hermetismo. Las contiendas en los países comenzaron a sucederse cada vez más seguido.

El planeta se había separado y cada uno ambicionaba las comarcas ajenas. Sólo los residentes del Sagrado Continente estaban ajenos a los aconteceres del mundo. Su población se había multiplicado.

La mayoría llegaba de distintas partes del globo.

Otros, quizá, los menos, nacían en las nuevas ciudades, extendiéndose hacia tierra vírgenes del gran archipiélago. Los sacerdotes nigromantes preparaban el terreno para poder adueñarse de Atlantiek. El destino del mundo estaba cambiando, Atlantiek estaba en su máximo apogeo, debido a su ciencia suprema y a su gran sabiduría, se había convertido en una gran potencia.

Continuar leyendo...

martes, 7 de julio de 2009

Mitos sobre los delfines

Arion, celebre musico у poeta de Les-bos que vivió en el siglo VII ó VI a. de C, estaba al servicio de Periandro, tirano de Corinto. Cuando viajaba de Tarento a Grecia, fue amenazado de muerte por la tripulación de la nave que le transportaba. Arión les pidió un último favor y, habiendo accedido los marineros a su petición, cogió su lira y entonó su más bella melopea.

Pronto apareció un delfín, que se puso a saltar alrededor del navio. Cuando Arión fue arrojado al mar, el animal le recogió sobre la espalda y le condujo sano y salvo hasta el cabo Matapán.

Esta antiquísima leyenda alude a la vez a la amistad de los cetáceos con el hombre y a la pasión de los delfines por la música. Esta pasión fue confirmada por Plinio en épocas pasadas y, más recientemente, por el equipo deiCalypso en el curso de nuestras travesías. En varias ocasiones, las armoniosas notas de nuestros dos guitarristas de a bordo, el doctor Millet y Louis Prézelin, atrajeron cerca de nuestro barco a bancos enteros de delfines.



La amistad entre el hombre y el delfín ha sido celebrada de mil diferentes maneras. En heráldica, el delfín simboliza la actividad marinera, la protección y la fidelidad; figura en los blasones de numerosas familias de la más rancia nobleza y en muchos de los escudos de ciudades por¬tuarias.

En Francia, el delfín dio nombre a una provincia, el Delfinado, y el título de delfín, llevado por primera vez en 1349 por el heredero de la corona, fue a continuación patrimonio de cada sucesor legítimo del monarca. En la mitología griega, el delfín estaba consagrado a varias divinidades del mar, especialmente a Poseidón y a Anfitritis.



Mitos y leyendas sobre los delfines en el mar



Se le asociaba también con Dionisos y Apolo. Fueron numerosos los mitos inspirados en él. Amenazado de muerte por la tripulación de su nave, el piloto Acates fue salvado por Dionisos, que transformó a los levantiscos marineros en bonachones delfines.

La diosa Anfitritis, hija de Tetis y de Océano, se dirigía a sus nupcias con el dios del mar, Poseidón, en una concha gigante arrastrada por dos delfines. En cuanto a Palameón, el dios de los navegantes, era representado en la apariencia de un niño montado a horcajadas sobre un delfín; más adelante, este dios fue venerado por los romanos con el nombre de Portunus. Plinio refiere otro célebre mito.



Entre Baia y Pozzuoli vivía un delfín al que el hijo de un pobre pescador de Baia proporcionaba diariamente de comer. Grande era la amistad establecida entre el niño y el animal. Cada mañana, el muchacho atravesaba el lago a horcajadas sobre el delfín para ir a la escuela en Pozzuoh, y regresaba por la tarde por el mismo medio, con lo que se ahorraba un largo camino a pie. Pero un día el niño murió. El delfín le esperó durante semanas enteras en el lugar donde habitualmente se encontraban, hasta que, desesperado, se dejó morir de pena.

Continuar leyendo...
 

Mas cosas paranormales Copyright © 2009 WoodMag is Designed by Ipietoon for Free Blogger Template